domingo, 3 de diciembre de 2006

Normanisy@yahoo.com.ar
Ingreso al museo:1 de Octubre del 2006
Grupo yahoo: Escritores Aficionados

Nos cuenta que...
Las chicas soñamos.

Todas las chicas soñamos con bellos cuentos de hadas,
y es por eso que esperamos un príncipe azul, con capa.
De encantadora mirada y sonrisa deslumbrante,
de esbelto y gallardo porte con un andar fascinante.

Todas las chicas soñamos que por amor nos rescate,
que su brioso caballo nos lleve a un castillo grande.
Que de la mano nos tome al pasear por los jardines,
que entre sus brazos nos bese en un momento sublime.

Todas las chicas soñamos al valiente caballero
como un ser indestructible, valeroso y compañero.
Que nos eleve a la gloria en una unión casi eterna,
donde todo es increíble... y ya no existan penas.

Comprobamos con tristeza que es tan solo una quimera,
solo humanos aspirantes se presentan a la prueba.
Las capas no están de moda y el azul es de hipotermia,
nadie aquí suda perfumes y el modelo es a medias.

Ya son lentos los caballos y los castillos lejanos,
los jardines son pequeños y los besos más mundanos.
Un valiente caballero, puede ser un gran suicida,
no hay ser indestructible, solo se juegan la vida.

Las garantías no existen, suele ser todo improbable,
no se si serán eternos los amores que aún nacen.
El desconsuelo y congoja son frecuentes hoy en día,
todas tenemos historias de tristezas y alegrías.

Para cosuelo de todas, enamorarse es supremo,
e idealizamos un hombre aunque no sea perfecto.
Tal vez el “amor sea ciego”, tal vez lo necesitamos...
tal vez el correspondido... sea el amor que esperamos.

martes, 28 de noviembre de 2006

Sandro, mi tía y yo

Auroradelmarazul@yahoo.com.ar
Ingreso al museo: 3 de Ocubre de 2005

Nos cuenta que...

Recuerdo que un día mi tía llegó cantando Rosa. Rosa y unas bolsas inmensas, inmediatamente se fue a su cuarto y luego se encerró en el baño.
Y desde allí grito:
: - nena, preparare que vamos a ver a Sandro.
Yo la quede mirando, sabía que a mi tía le gustaba
Sandro pero, no entendía a que se refería con aquello
de “preparate”.
A la hora más o menos, salió del baño y se volvió a su cuarto después, salio del cuarto y otra vez al baño.
Finalmente una mujer se paro delante de mí y luego dio una vuelta entera. Yo asustada no sabía quién era, cuando hablo supe que era ella, mi tía, estaba tan maquillada que no se distinguían sus facciones. Tenía un vestido corto, no recuerdo el color, pero se que estaba linda.
Horas más tarde estábamos a punto de salir y mi tía se paró de pronto en la puerta y corrió de nuevo a su cuarto y volvió besando algo que puso en la cartera y suspiro.
Yo no sabía a dónde íbamos, no le podía preguntar porque ella solo miraba la cartera y suspiraba.
Llegamos a un lugar donde había una cola largísima,
después entramos y nos sentamos en unas butacas negras
frente a una gran pantalla blanca.
Yo pregunte:
- Tía, ¿Dónde está Sandro?
Por supuesto, no contesto seguía suspirando ahora mirando la pantalla blanca. En ese momento se apagaron las luces y todos gritaron y yo me asuste otra vez.
De pronto en la pantalla empezaron a aparecer imágenes.
Mi tía suspiraba todo el tiempo yo miraba el pasillo para ver si llegaba Sandro porque mi tía estaba tan distraída con la película que no se iba a dar cuenta. Entonces yo pensé en avisarle.
Después de mucho tiempo prendieron las luces y ahí
me di cuenta que casi todos eran como la tía, mujeres.
Salimos, mi tía seguía suspirando y dijo:
-¿No estuvo divino?
Yo no sabía que decir, pero, después me animé y pregunté:
-Tía, ¿Dónde estaba Sandro?
- Estaba en la película, me dijo, ¿no lo viste?
Yo no lo vi y no pude entender porque se tenía que “preparar” para sentarse a suspirar y gritar frente a una pantalla si en casa hacía lo mismo.